lunes, 22 de abril de 2013

                                Artes

Un gran número de turistas es atraído hoy por el trabajo artístico especial de este pueblo. Así como los esquimales son famosos por sus esculturas en esteatita, los comcáac son famosos por sus exquisitas esculturas hechas en palo fierro. Éstas, representando lobos de mar, pájaros de finas alas volando; caguamas, tiburones y delfines nadando; borregos cimarrón, y muchas otras representaciones de modelos vivientes, se fabrican diariamente en los dos pueblos principales. Muchas de estas esculturas tienen una gracia ondulante que instantáneamente clasifica a sus creadores como maestros de su arte. La vena de palo fierro es generalmente una rica mezcla de cafés oscuros y amarillos. Algunas esculturas exquisitas son buscadas por coleccionistas particulares y museos, quienes pagan a veces por ellas cientos de dólares.
Aunque los comcáac han tallado tradicionalmente ciertos artefactos de palo fierro, la idea de tallar modelos vivientes para vender comercialmente no se desarrolló sino hasta los primeros años de la década de 1960. En esa época José Astorga comenzó a modelar crudamente delfines y caguamas. Al ir mejorando la calidad de sus figuras, comenzaron a venderse, y antes de que pasara mucho tiempo, ya tenía compradores para cada escultura que hacía. Entonces otros comcáac, tanto hombres como mujeres, comenzaron a hacer esculturas, y pronto, turistas y comerciantes comenzaron a competir unos con otros para comprar las mejores piezas. No se necesitó mucho tiempo para que el arte de hacer esculturas en palo fierro se convirtiera en una industria familiar y amenazara reemplazar a la pesca como industria por excelencia del pueblo.
Los comcáac adquieren el pesado palo fierro ya sea cortándolo ellos mismos o comprándolo de los leñadores. El escultor selecciona un trozo de madera que le agrade, y usando un hacha pequeña o un machete corto le da una forma cruda al pájaro, pez o animal para el que ese pedazo especial sirva mejor. Con una sierra y un escoplo corta angostas ranuras y hendiduras. Entonces, usando una escofina, continúa dándoles forma a la pieza hasta alcanzar la forma deseada. Para alisar y pulir la madera comienza con una lima, luego usa lija gruesa, para terminar con lija fina aplicada con agua. Finalmente el escultor le da a la pieza un acabado lustroso puliéndola con cera para zapatos. Esta obra de arte es envuelta entonces en tela de donde la sacarán al ser revelada al visitante que venga al pueblo.
Estas esculturas de palo fierro hechas por los comcáac están siendo copiadas y vendidas en las tiendas de regalos en todo Sonora. Pero solamente en los pueblos de Desemboque y Punta Chueca, y en tiendas de confianza puede uno estar seguro de que lo que está comprando es una escultura genuina de los comcáac.Hasta muy recientemente, la mayoría de las canastas se hacían para el uso en sus menesteres diarios. Canastas de tejido tupido sin decoración, se usaban para una variedad de usos, como: medio de transporte, preparación de comida, la fabricación de cosas de barro, el cuidado de niños y para la música. Pero con la llegada de los envases de metal y plástico, junto con el aumento de mercado para las canastas decoradas, se terminó la producción de las canastas para el trabajo diario. Hoy, todas las canastas que fabrican son para vender. Estas canastas son hábilmente cosidas con tiras de la madera flexible de cierta clase de torote (Jatropha cuneata). Con la ayuda de varias clases de tinturas nativas, les hacen complicados diseños.
Los comcáac hacen vistosos collares preparando y ensartando tequiosa y cuidadosamente conchas, semillas, vértebras de tiburones y culebras, pedacitos de troncos, cuentas de barro y flores. Aunque antes éstos eran para su uso personal, ahora se hacen para la venta.
 
 

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